Lo he hecho, sí, he sucumbido a la tentación de las rebajas. Pero en mi caso era necesario, yo no formo parte de esa gran mayoría consumista que sale a comprar casi por la obligación de aprovechar las gangas… Yo he salido a animarme(típico tópico, sí, y qué), y a conseguir algo de ropa de mi talla, pq tras mi reciente ruptura y el sufrimiento de los últimos meses, he adelgazado más de 7 kg, y tampoco es que me hiciera mucha falta…
Total, q por primera vez en mi vida me he encasquetado una 34. Casi no daba crédito cuando me he puesto esos pantalones, la dependienta me miraba con cara de incrédula cuando le he pedido una 38, “yo te veo muy delgada…”. Ya, pero ¿como para dos tallas menos…? Pues en la bolsa a los pies de mi cama está la prueba, sí, la 34. Pero bueno, yo creo q se han flipao un poco en esa tienda poniendo las tallas, eso debe de ser una 36, no me jodas…
Vuelvo a tener vida de soltera, empiezo a sentirlo por fin, tras el ajetreo de mudanzas, cajas, idas y venidas de un piso a otro, caseros brasas, bancos, y pesadillas variadas. Eso significa q me siento ya en mi casa, con cierta tranquilidad y calma, más segura, en mi espacio no invadido por nadie ni por nada, especialmente recuerdos.
Hoy ha sido un sábado típico solteril, como en mis viejos tiempos de hace poquito más d un año: mañana de compras, tarde de “la compra”, un ratito al piano, cena (extremadamente fácil de preparar) delante de la tele, y sesión de Sexo en Nueva York. ¿Será posible que viendo esta serie me siento como más conectada con el mundo? Será pq todAs tenemos al fin y al cabo los mismos problemas, y pq ya voy entrando en la edad de las protas, y voy a acabar haciéndome las mismas preguntas y preocupándome por las mismas cosas…
Ha sido un día guay, como a mí me gustan. Un día todo para mí, sin llamadas de nadie robándome mi tiempo, ni “hay ques”, ni horarios para hacer nada en concreto.
Y de repente se me ha hecho la una de la madrugada, hora de irme a la cama, supongo. Y llego a mi cuarto, tan bonito, perfectamente colocado ya, a pesar de lo reciente de la mudanza, es tan acogedor… Y me meto en la cama y me siento triste. Miro a mi alrededor y digo “y ahora qué”. Aquí estoy otra vez, sola. Y este “sola” es mucho más grande que antaño, pq ahora sé hasta dónde llega esa soledad, lo que en realidad significa, lo que he llegado a sentir y sigo sintiendo en ocasiones. Estar solo no es malo, sentirse solo sí. Y yo tengo un poco de todo, y ahora estoy aprendiendo a aceptarlo y a llenar ese vacío de mí misma. Sé que esa es la única manera, llenar esa soledad de mí. Y sólo cuando sepa y sienta que no necesito a nadie para llenar ningún vacío ni para sentirme acompañada, sólo entonces sabré que ya me quiero lo suficiente, y que estoy preparada para arriesgarme de nuevo en la aventura del amor. La próxima vez será diferente, pq la próxima será amor incondicional, amor en libertad, y eso significa sin dependencia.
“Pase lo que pase, 2006″
One Comment
El proceso por el cual se pasa luego de haber terminado una relación amorosa puede ser petrificante; cada persona lo experimenta de su propia manera. Lo que dices de no necesitar a nadie para llenar algún vacío ni para sentirme acompañada es muy cierto, porque estamos en constante peligro de aventurarnos a estar en una relación bajo la premisa que estar en una relación es «necesario para sentirse bien con uno mismo»….
En fin, no te puedo decir que deberías sentir X o Y cosa porque la experiencia misma por la que se pasa es lo importante y necesario para sentirse cómodo con uno mismo y su soltería. Y me he puesto a pensar que al fin y al cabo todo eso de estar en una relación, más bien «la necesidad de estar en una relación» es una idea ideada y creada por los medios de comunicación. Si no se tiene pareja, no eres normal…
Aja… sí pues.
En fin, son mis ideas y lo que me ha hecho mantener la cordura en este mundo de consumismo y materialismo.