Hoy he visto en concierto a Laura Pausini por primera vez. Sigo su carrera desde el principio, viviendo en España era difícil no tener más de uno de sus éxitos como parte de mi propia historia.
Con la salida de este disco de «Grandes Éxitos» por sus 20 años de carrera, tuve ocasión de entrevistarla dos veces a finales del año pasado. Ambas entrevistas fueron sensacionales, pero la segunda, ya con el disco en las manos, fue algo que hasta hoy ha terminado de cobrar todo el sentido para mí.
Laura no cree en las casualidades, más bien todas las “coincidencias” significan algo para ella, y le da que pensar.
Ahora yo estoy pensando en eso también, en las “coincidencias”…
Recuerdo que en la última entrevista, la de Las Vegas en noviembre, leí en el libreto del “Grandes éxitos” una reflexión de Laura donde decía que había cometido un gran error en su vida, y que esa canción fue el anticipo de lo que después pasaría, y se convertiría en ese error. Le comenté que eso me llamó la atención, y me preguntó “¿alguna vez te han puesto los cuernos?”. Yo, muy tranquila y despreocupada le dije que si me había pasado, yo no lo sabía.
Laura me respondió que a ella, 28 veces (no sé si fue sarcasmo o realmente las tenía contadas), y que sí le constaba.
Me quedé de piedra, estábamos grabando para Ritmoson (emisión en más de 50 países), y siguió platicándome: ella lo perdonó una y otra vez porque lo amaba, y ese fue su gran error, del que habla en el libreto de su recién estrenado disco.
Admiré su sinceridad para compartir algo así conmigo, y en consecuencia con todos mis televidentes.
Dos meses después de aquella entrevista en Las Vegas, yo descubrí en mi relación lo mismo que Laura, con la diferencia de que yo no perdoné y para mí sí fue el final.
Curiosamente la entrevista se emitió a penas la semana pasada, previo al concierto de hoy. Me vi a mí misma diciendo que no me constaba si me habían puesto el cuerno alguna vez. Me sentí tonta.
Además de la hermosa y potente voz de Laura Pausini, hoy he disfrutado de su interpretación en cada canción, sus historias previas a algunas rolas, y algo curioso y potente ha sucedido para mí.
Ya conocía las canciones, incluso me sabía la letra de casi todas y las canté con el público. Pero esta noche, dos de ellas cobraron un sentido completamente distinto durante su interpretación: “Volveré junto a ti” y “Como si no nos hubiéramos amado”.
La primera fue siempre mi favorita, y la segunda, me gustaba mucho también, pero hoy ambas resonaron dentro de mí de forma poderosa, sacudiéndome, tocando lo más profundo de mi alma entrando por mis sentidos de la vista y el oído, notaba mis pálpitos en todo el cuerpo.
Me invadió una enorme tristeza, no pude contener las lágrimas, ni siquiera por evitar que todo el rimel y sombra negra que llevaba me dejaran ojos de oso panda.
Sonaron una detrás de otra, no lo podía creer. Y no podía dejar de llorar. Entendí completamente el sentido y la emoción y el dolor que cargaban esas canciones en sus letras, y en su interpretación en voz, cuerpo y alma de Laura Pausini, en ese preciso momento, ante mí. Jamás antes las había comprendido de tal manera, ahora sí estaba segura 100% de saber perfectamente lo que Laura estaba contando.
Hoy comprendí en total plenitud lo que es “llegar” a alguien a través de una canción. Esa mujer desde el escenario encajó las piezas de la entrevista que habíamos tenido hablando de cómo sufrió la infidelidad, con las letras de sus canciones y mi propia historia de un mes atrás. Impresionante.
Llegando a casa, aún consternada, busqué el disco; quería saber qué canción era la que representaba aquel “error” para Laura, estaba en italiano y no recordaba cuál era en español.
Ahí estaba: “E ritorno da te”.
Youtube.
“Volveré junto a ti”.
(…)
¿Coincidencia…? No lo sé, Laura…
Fue una noche muy poderosa, en la que un artista me llegó al centro de mi alma, y me hizo llorar de emoción porque conecté con ella por completo. Jamás me había pasado algo así en un concierto.
Infinitamente agradecida, Laura. Fue impactantemente hermoso.
S
** Aquí la entrevista de Las Vegas con Laura Pausini donde tuvimos la plática de la que les hablo.
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