No, sí te deseo.
Sí quiero abrazarte piel contra piel, sentir tu calor, resbalar en tu sudor, cerrar los ojos, e intuir tus movimientos sobre mí.
No, sí te entiendo.
Conozco tus pálpitos, sé dónde quieres que vaya, adivino tu mirada que no cuestiona y sí ordena.
No, sí estoy aquí contigo.
Sí tendrás lo que quieres, sí sabes cómo, sí, y no te cuesta.
No, sí te extrañé.
¿Tú también a mí…? No de la misma manera.
Ahora me marcho, ahora que ya cumplí y tú te quedas con tu sonrisa. Y no te das cuenta de que sólo quería sentir que estabas feliz de verme. Sólo eso, que estabas feliz de verme.
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Y somos tan egoistas que nos olvidamos de los sentimientos de la otra persona, la persona que amamos, que esta incondicional a nosotros y que con una mirada nos dice te amo, pero que tambien siente la necesidad de ser escuchada, de escuchar un te amo, de recibir un abrazo y quedarse asi por un rato.
Así es, querido José…
Besos,
S